Historia de Isla de Pascua

Entre las numerosas interrogantes relacionadas con Isla de Pascua, de las cuales sólo algunas se han logrado aclarar, restan el origen y la fecha de los primeros inmigrantes, los verdaderos descubridores. El gran Sebastián Englert, sacerdote y científico que amó a los isleños al igual que su predecesor, el Hermano Eyraud, llegó a la conclusión de que la cultura de la isla se habría definido tras el arribo de tres invasiones sucesivas, aunque probablemente distanciadas. La segunda, durante el siglo XVI, habría sido la del ariki magnífico, quien trajo gallinas y ratones en sus dos barcas, los primeros mamíferos cuadrúpedos en visitar la isla, ya que antes sólo había tortugas y aves marinas. El pueblo llamábase Hanua Momoko.

Un siglo después habría llegado la tercera invasión, la de los Hanau Eepe, compuesta sólo de varones, quienes por lo mismo, habrían trizado la idílica paz. La historia cuenta que diversas rivalidades en el año 1670 ocasionaron una sangrienta guerra entre ambos pueblos, es decir, entre los orejas cortas y los orejas largas. Estos últimos habrían sido exterminados casi en su totalidad, provocando el término de la escultura en piedra. Según cuenta la leyenda, se habrían atrincherado en un gran foso donde fueron quemados junto a su jefe. De esta forma, se habría paralizado la construcción de moai, que en ese tiempo se encontraban de pie y que hoy se ven regados por toda la isla. De las familias de los colonizadores se formaron cerca de diez tribus que se establecieron en la isla y gozaban de ciertos terrenos a la orilla del mar. Con el tiempo, estas tribus formaron varias aldeas en las que se desarrolló un gran sentido de localismo que prevalece hasta la actualidad.

¿Cuándo llegaron los primeros habitantes? ¿Quiénes eran? ¿Por qué se extinguieron? Es probable que en el siglo IV después de Cristo ya se establecieran allí, provenientes de Las Marquesas, pero no se ha podido colegir casi nada más de los difíciles y escasos hallazgos arqueológicos tempranos. Lo importante es recordar que los hombres primitivos fueron extendiendo sus dominios con medios muy frágiles e instrumentos náuticos poco desarrollados, impulsados por el original mandato de “poblar la tierra”. Así, comenzaron un viaje milenario desde el sureste de Asia con el fin de poblar la lejana Rapa Nui. Muchísimo después, casi recientemente, comenzaron las migraciones y los descubrimientos europeos.

Alrededor del siglo V de nuestra era, cuando América aún no era descubierta, pequeñas embarcaciones polinesias que navegaban con rumbo al este surcaban el Océano Pacífico. Al parecer, nunca llegaron hasta el continente, pero cuando ya desesperaban por lo solitario y vasto de su recorrido, encontraron un territorio insular deshabitado en el cual desembarcaron. Era una isla triangular, actualmente conocida como Isla de Pascua. Allí comenzaron a acumular leyendas y costumbres, muchas de las cuales constituyen un misterio hasta el día de hoy.

Hasta mediados del siglo XX, se aceptó la hipótesis de que los habitantes de Rapa Nui provenían de la Polinesia. Luego, surgió otra teoría que postula un origen sudamericano. Sus sostenedores hacen notar la sorprendente similitud entre las construcciones andinas y las pascuenses. El mayor impulsor de la teoría es Thor Heyerdhal, quien realizó un viaje en balsa (la Kon Tiki, construida por artesanos del Titicaca) entre la costa de Sudamérica y la Polinesia. De esta forma, probó la posibilidad de que existiera la navegación entre el continente y dichas islas del Pacífico. La teoría del origen polinesio afirma que Isla de Pascua se pobló por una migración desde las islas Marquesas. Dicha teoría reúne cada vez más respuestas. Otra teoría basada en la existencia de camotes y calabazas en la isla demostraría que los primeros pobladores provenían de América del Sur, específicamente de Perú y del norte de Chile, guiados por la corriente de Humboldt.

Las leyendas cuentan que los habitantes son descendientes de Kon-Tiki, un rey sol y sacerdote que huyó con un grupo de nativos desde el valle de Coquimbo hacia el Pacífico, navegando luego hacia el oeste. Se afirma que no estuvieron solos en la isla por mucho tiempo, ya que posteriormente llegaron indígenas del norte y de Centroamérica. Por otra parte, según la tradición pascuense, en el siglo XV, el rey Hotu Matua organizó una expedición que llegó desde la Polinesia para establecerse en la isla. A este período de colonización siguió otro que condujo al florecimiento del arte megalítico. Durante este tiempo, se construyeron los monumentos y las esculturas de piedra que caracterizan a la Isla de Pascua.

La isla se conoce en todo el mundo como Isla de Pascua, nombre que impuso el marino irlandés Jacobo Roggeween, quien la descubrió durante la pascua de resurrección de 1722. Sin embargo, antes y después de este descubrimiento, el territorio ha tenido otros nombres. Existen muchos indicios de que los nativos la llamaban Te Pito O Te Henua (“ombligo del mundo”) y Mata Kiterage (“los ojos que miran al cielo”). Resulta menos probable que alguna vez la hayan bautizado como Rapa Nui, ya que es un vocablo Maorí y los investigadores estiman que la isla recibió este nombre de unos tahitianos que la visitaron durante el siglo pasado.